lunes, 17 de mayo de 2010

Alicia en el país de las guerrillas

Laura esta en una edad bastante extraña, por momentos se siente rara; sin saber que hacer. Con ganas de pintar, pero nada de lo que quiere expresar le sale de sus pinceles, busca dibijar y no hay caso, no es lo suyo...tampoco salen de sus lapices palabras que la convenzan, cambia infinitas veces de lapiz y nada. Le cuesta, ella es la unica causante de que esto le pase, ella y su cabeza, ella y su mente. ella y su voz interna que la marea.

No entiende que pasa con sus amigos, prefiere pasarselas en un rincon sola; ella y su soledad. Invocando a su querida bisabuela a la que extraña tanto (pero la tiene bien cerca, en una estatuita con forma de virjencita, aunque no es creyente), con su bisabuela puede quedarse jugando por horas, hablando de quien sabe que. Tampoco entiende esa extraña reaccion que la hace alejar de esas cosas; que le cueste hablar con esas personas a las que desde hace años vive tan pegada...todo eso comienza a despegarse ligeramente, sin razon aparente, ni avisar por que.

Comenzaron a aparecer nuevas personas que le hicieron recordar que cuando fue niña también fue timida, pero a la vez podia hacerse amigos muy facilmente. No puede darse cuenta si le gusta ese mundo en el que se esta introduciendo; se siente Alicia en el País de las Maravillas; sin entender lo que la rodea, con miedo, pero a la vez con anciedad por conocer lo nuevo que ahora pasa a formar parte de ella; espiritu aventurero.

Siente no conocer a nadie (aunque tal vez no es tan asi), todo nuevo, todo intacto. Ese chico de sus sueños, que no es un principe azul, sino un principe músical; la música puede hacerte muy bien, hasta que tenes mucha de ella y te cansas, necesitas alejarte; pero te es casi imposible; de todas formas, de que sirve? Si el silencio también lo podemos considerar música.

Laura ya esta acercandose a la edad de decidir. Eso es lo que más miedo le da, decidir; si decide puede arrepentirse y no poder volver a atras, a elegir esa otra puerta que siegue entoranada, llamandola.

le da miedo no poder lograr ser eso que siempre soño, eso a lo que jugaba ser, mientras que sus padres a la hora de la siesta cerraban la puerta de su cuarto pidiendo silencio y dejaban a ella en su mundo privado. Hoy hay tardes que se las pasa recordando, a veces llorando, a veces no. Pensando en esa niñez tan lejana y tan cercana a la vez. Ansia tanto poder hacer las cosas que quiere sin pensar antes en como reaccionara su entorno, hacer sin pensar, solo por el placer de hacer.

Teme no poder hacer nada frente a esas cosas que tanto le desagradan, no poder hacer nada frente a esa sociedad, esa sociedad que curra del ayudar.

Alicia en el país de las guerrillas.

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